PSOE y PSM votaron, en el pleno de ayer, en contra de la modificación de la ampliación de la zona ORA, que calificaron de «medida ineficaz para solucionar la falta de aparcamientos existente en la ciudad». El servicio de estacionamiento limitado en la nueva zona ORA entró en funcionamiento ayer, aunque el Ajuntament dará una semana de margen para que los ciudadanos se habitúen y empezar a aplicar multas.
«Una cosa es que se utilice la ORA para motivar la movilidad de los coches estacionados en determinadas zonas céntricas y otra convertir en zona azul todo el casco antiguo de la ciudad», manifestó la regidora del PSM Francisca Vives, que criticó el hecho que «se pinten de zonas de azul sin tener en cuenta las consecuencias».
Por su parte, los ediles del PSOE manifestaron que «la creación de tanta zona ORA no es lo ideal para solucionar el problema de aparcamiento» y calificaron de «caótica la circulación en la ciudad». Además, los socialistas denunciaron el «agravio comparativo» que se creará «si no se facilita la tarjeta de ORA a los residentes en las pocas calles no azules del centro de la ciudad».
En este sentido, el alcalde Pere Rotger dijo que «facilitando tarjetas ORA a todo el centro desvirtuaríamos la finalidad del estacionamiento limitado que es dar movilidad a los coches». Rotger añadió que los residentes en zona ORA que dispongan de tarjeta podrán aparcar en todas las zonas azules de la ciudad».