Los residentes en Son Ferrer que asistieron al pleno tuvieron su voz en el concejal de Unió Mallorquina, Isidre Canyelles, quien planteó al equipo de gobierno socialista la necesidad de instar al Govern a que tome las medidas correctoras necesarias para que los vecinos no soporten más molestias. «Es necesario mejorar las condiciones acústicas», indicó el edil de UM, «y si es necesario el Ajuntament debe asumir parte de la inversión».
La desaladora de Son Ferrer fue inaugurada el pasado mes de octubre. Esta infraestructura produce unos 5.000 metros cúbicos diarios de agua potable que se incorpora a la red municipal. Construida por la empresa Degremont, la gestión política corresponde al Institut Balear de l'Aigua i l'Energia (IBAEN), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient.
Las viviendas más próximas a la desaladora están ubicadas a unos cien metros de la instalación. Los vecinos dicen que durante el día apenas se oye el zumbido procedente de la desaladora pero al llegar la noche, cuando el ruido ambiental disminuye, el sonido de la maquinaria «llega a ser insoportable», señaló el presidente de la Asociación de Vecinos del Pueblo de Son Ferrer, Miguel Pacheco. «Con la llegada del verano son muchos quienes de noche empiezan a abrir las ventanas de noche y algunos no pueden dormir», explicó un vecino.
El teniente de alcalde Antoni Manchado explicó que «ya se han remitido cartas al IBAEN» exigiendo mejoras y «algunas ya se han realizado», como es la insonorización de la pared sur, la más próxima al núcleo urbano de Son Ferrer. Manchado aseguró que los niveles de ruido que actualmente se producen «están por debajo de los máximos autorizados» pero aseguró que «hay la voluntad de mejorar». Algunos vecinos dicen haber realizado mediciones y aseguran que el nivel de decibelios supera el volumen permitido.