Santa Margalida es el municipio de la part forana de Mallorca donde la Comissió Insular d'Urbanisme (CIU) abrió mayor número de expedientes de infracción urbanística el año pasado, según recoge la memoria de este departamento del Consell correspondiente al año 2000. En concreto, en este municipio se abrieron 10 nuevos expedientes de disciplina urbanística y en tramitación aún se contabilizan otros 23 de anteriores ejercicios. En el conjunto de toda la Isla, la Comissió d'Urbanisme incoó 128 nuevos expedientes de disciplina urbanística, aunque en tramitación hay registrados 268 expedientes pendientes de resolución. Después de Santa Margalida, en Pollença se detectaron 7 nuevas infracciones urbanísticas y de esta población todavía hay 9 expedientes sin resolver.
En Felanitx, durante el 2000 se abrieron sólo 2 nuevos expedientes, pero de este término municipal destaca que hay 23 infracciones en materia de urbanismo que están en tramitación. En Andratx y Sóller, Urbanisme del Consell detectó 6 nuevas infracciones urbanísticas en cada municipio y 5 en las localidades de Búger y Campanet, respectivamente. En municipios tan destacados como Alcúdia, Llucmajor Marratxí o Bunyola se abrieron cuatro nuevos expedientes, aunque en el caso de Alcúdia hay 10 expedientes en tramitación. En Manacor, durante 2000 sólo se detectaron tres nuevas infracciones, no obstante, la Comissió d'Urbanisme tiene registrados 19 expedientes en tramitación.
La memoria de la Comissió Insular d'Urbanisme subraya que, en el año 2000, en total se efectuaron 195 inspecciones de infracciones urbanísticas. Santa Margalida fue la localidad de la Isla, por encima de Palma, donde más inspecciones "28" se realizaron. Le sigue Palma (14), Pollença (13), Campos (10), Santanyí (10) y Muro (9). Destaca el municipio de Maria Antònia Munar, Costitx, donde se realizaron 10 inspecciones, pero finalmente no se abrió ningún expediente de disciplina urbanística.
El Consell, además, durante el año pasado subrogó a ayuntamientos de Mallorca 31 expedientes de infracción urbanística. Estos expedientes se resolvieron con 29 sanciones económicas por valor de 77'5 millones de pesetas. La Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca (CIUM) también dictó siete órdenes de demolición por la ejecución de obras ilegales y mandó la clausura de un vertedero ilegal. Entre las demoliciones más llamativas llevadas a cabo durante el 2000, destaca el derribo del hotel Monnàber, en el municipio de Fornalutx. Después de más de 30 años, Urbanisme consiguió el permiso de los tribunales para derribarlo.