«Queremos más seguridad y mejoras en la señalización de las obras que se están llevando a cabo en diversas calles del centro de Inca». Los grupos de la oposición, PSM e Independents d'Inca, dicen «estar cansados de reivindicar una y otra vez» que se tomen las medidas necesarias para evitar peligros en las zonas de obras, sin que desde «el equipo de gobierno popular se haga nada al respeto».
Numerosas calles céntricas están siendo objeto de diversas obras de embellecimiento y mejora. Máquinas excavadoras, profundas zanjas, camiones, obreros y material de obra conviven en estas vías con los peatones que circulan por ellas sin que, en ocasiones, haya vallas para impedirles el paso o señales encargadas de avisar del peligro.
«Con la seguridad de los ciudadanos no se juega. Si es necesario poner vigilantes para ejercer un buen control y vigilancia, el Ajuntament debería de ponerlos», manifestó la regidora del PSM, Francisca Vives, que destacó la importancia de «hacer las obras a conciencia para evitar accidentes irreversibles». Vives calificó de «absurda» la política del equipo de gobierno «de contestar a los ruegos de la oposición con un sí y luego no hacer nada», después que el alcalde, Pere Rotger, se comprometiera en el último pleno a poner remedio a estos problemas de seguridad.
Por su parte, el delegado de Urbanismo, Bartomeu Seguí, dijo que los técnicos de su área «vigilan a diario la seguridad de las obras». «Es un tema que nos preocupa. Los constructores tienen la orden de cerrar bien todo tipo de zanjas o áreas que supongan peligro», añadió Seguí.