Los vecinos del núcleo urbano de es Llombards de Santanyí se han movilizado contra unas antenas de telefonía móvil instaladas en la azotea de la casa de un particular porque, según explican, desde que fueron colocados los repetidores, tienen dolores físicos. Además, los vecinos del pueblo de unos 300 habitantes han presentado 250 firmas ante el Ajuntament de Santanyí para que la antena sea retirada y llevada lejos del casco urbano.
Los efectos que las ondas de las antenas les han ocasionado son, según explican, dolores de cabeza, de cervicales, alteración del sueño y dolor de muelas en los vecinos que llevan placas de hierro, entre otras dolencias. Además, aseguran que los repetidores también afectan a los electrodomésticos puesto que éstos «hacen cosas raras». Concretamente, las televisores no se ven bien y los ordenadores se paran solos. Capítulo aparte merece el caso de un electricista que tiene en su casa un fluorescente que, según dice, da luz sin tener corriente eléctrica.
Pero no acaban aquí los perjuicios que denuncian los vecinos, puesto que comentaron que hace unos meses técnicos de GESA acudieron a es Llombards para aumentar la potencia de las antenas. Poco tiempo después, el pueblo se quedó sin electricidad y creen que fue a causa de los repetidores. Una vecina explica sorprendida que se ha encontrado papeles anónimos en las ventanas de su casa alertándola sobre los efectos nocivos que tienen para la salud las antenas de telefonía móvil.
El alcalde apoya a los afectados
En referencia a las quejas de los vecinos de es Llombards y su
solicitud de que las antenas sean retiradas, el alcalde de
Santanyí, Miquel Vidal (PP), manifiesta que está con los vecinos de
es Llombards. «Estoy igual o más preocupado que ellos porque es un
problema que tenemos en todo el término municipal». Vidal comenta
que «ya les expliqué en una reunión que si querían acudiría con un
médico a explicarles si realmente las antenas son nocivas para la
salud, pero yo no tengo ni base científica ni legal para retirar
las antenas porque no hay una normativa y las antenas están
ubicadas en azoteas de particulares. Cuando entre en vigor una
ordenanza reguladora, el Ajuntament la aplicará».