Como es tradición, ayer por la mañana, el cementerio de Son Coletes de Manacor se llenó de republicanos que año tras año, por estas fechas, quieren rendir homenaje a los que murieron a manos de los fascistas. Este año, el acto adquirió más relevancia al cumplirse el 70 aniversario de la Segunda República y los vecinos de la comarca no quisieron perderse el homenaje a los que murieron fusilados en Son Coletes. El homenaje contó con unos 200 asistentes. Ayer, fue especialmente recordada la figura de Joan Rosselló, que formaba parte del grupo promotor de este homenaje y que murió hace escasas semanas.
Como en otros años, Andreu Pasqual, organizador del acto, solicitó por escrito al Ajuntament de Manacor que se ubique junto a la fosa común un mural en honor a los fallecidos, considerando que es de justicia que los que murieron por y para la República tengan también un monumento en su memoria.
Esta vez, el alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), tampoco autorizó la instalación del mural, pero sí dio un paso hacia la reconciliación, ya que en respuesta a la solicitud de Frau propuso levantar un monumento único para los todos manacorines víctimas de la guerra.
Frente a la propuesta del alcalde, Manel Carmona, de Esquerra Unida, dijo que «no se podía aceptar un monumento de las características que propone el alcalde, ya que sería un atentado contra la memoria de todos los republicanos y el peor legado histórico para generaciones futuras».