Cerca de trescientas personas se sumaron ayer a la manifestación de protesta contra el desarrollo de la segunda fase del polígono industrial de Binissalem convocada por el grupo ecologista local Gadma. El PSM apoyó la protesta en todo su recorrido, desde la plaza de la iglesia hasta la sala de plenos del Ajuntament, donde los manifestantes fueron recibidos por el alcalde socialista, Salvador Cànoves. El acto reivindicativo concluyó con una fiesta en la finca de ses Tanquetes. Entre los asistentes estaban el diputado nacionalista Cecili Buele, el portavoz del GOB, Miquel Àngel March, y el escritor local Toni Pol Marcús, que leyó un manifiesto a favor de la defensa de la tierra.
El desarrollo de 360.000 metros cuadrados de suelo industrial en Binissalem ha enfrentado en las últimas semanas a los socios del pacto de gobierno local, PSM y PSOE. Los nacionalistas han amenazado en reiteradas ocasiones con romper el pacto si no se recalifica la segunda fase (casi la mitad) del polígono industrial, unos 170.000 m2 de terrenos aprobados en al normativa urbanística de 1996.
El alcalde de Binissalem, Salvador Cànoves, recibió ayer a los manifestantes y reclamó «más tiempo» para buscar un consenso que no haga más «daño» al Ajuntament. Así, el alcalde explicó a los presentes que el polígono no se desarrollará antes de dos años, ya que no todos los propietarios están de acuerdo y habrá que acudir a la expropiación. Por esa razón, solicita un mes de tiempo para negociar con sus compañeros de partido (PSOE) y sus socios de gobierno (PSM) una salida a esta crisis que podría enviar a uno de los dos grupos políticos a la oposición.
El Pleno se manifestará en mayo a favor o en contra de la desclasificación. «Cada grupo tiene un debate interno y ese debate todavía no ha madurado lo suficiente», explicó el batle. Los manifestantes entregaron en el Ajuntament un escrito acompañado de 1.800 firmas contra el desarrollo de la segunda fase del polígono industrial de Binissalem.