El precinto y el posterior desprecinto de la empresa Suliar ha vuelto a activar el debate sobre la necesidad de buscar un lugar apropiado para las industrias del Valle que actualmente están ubicadas de forma irregular en suelo rústico o en pleno casco urbano, provocando en ambos casos serias molestias a los residentes de su entorno más próximo.
Una vez vivida de cerca la problemática de cerrar una empresa con ocho empleos directos y 200 indirectos, el Ajuntament se ha puesto en marcha y ha convocado para el próximo día 19 (jueves) dos plenos extraordinarios en los que se decidirá el futuro de Son Puça. Primero se analizará la alternativa del principal grupo de la oposición PP-IPIS, que pide fraccionar el polígono en dos pequeños sectores, en Son Puça y Son Angelats, menos impactantes. Luego, la propuesta avalada por el equipo de gobierno de impulsar el polígono de Son Puça y solicitar la actuación del Govern para agilizar su desarrollo. No obstante, el concejal independiente en las filas del PSOE Onofre Bisbal no es partidario de esta ubicación.
La Plataforma per la Protecció de Son Puça ha vuelto a movilizarse ante la inminencia del polígono y ha anunciado una recogida masiva de firmas de oposición. Este colectivo está integrado por grupos ecologistas (Amics de la Terra y GOB), partidos políticos (Els Verds) y asociaciones culturales (Arca y Fòrum 2007). Asimismo, cuentan con el apoyo del Fomento del Turismo, la asociación de agroturismos de Sóller y la propia asociación hotelera.
Un portavoz de la plataforma ha señalado que «habiendo un polígono consolidado a escasos 15 minutos de Sóller es prescindible construir otro en el Valle, donde el impacto ambiental y paisajístico será elevadísimo». La plataforma también critica que el polígono no será exclusivamente para los sollerics, pues podrá comprar terrenos cualquiera.