El equipo de gobierno de Andratx está «totalmente en contra» de la ampliación de los límites del parque a la zona marítima y ha avanzado que presentará alegaciones contra esta decisión. El Plan de Uso y Gestión del parque, aprobado el mes pasado, crea una área marina de influencia alrededor de la isla y el espejo de mar comprendido entre Punta de na Galinda, cerca de Sant Elm, y la torre de Cala en Basset.
Según la alcaldesa, Margalida Moner, «hay mucha preocupación en Sant Elm» ante la posible limitación de la actividad náutica o pesquera en esta zona. El texto del plan rector estipula que en esta zona marítima de influencia «los guardas del parque podrán controlar el cumplimiento de las diferentes normas legales respecto a la navegación y pesca». Este documento también prevé que los agentes «realizarán controles periódicos a las embarcaciones», informando a sus ocupantes que se encuentran en una zona protegida. También se prevé que el personal del parque «recoja información sobre las embarcaciones y su actividad en el interior del parque». A los buceadores se les exigirá el título y la licencia.
Moner considera que «tanto la Guardia Civil del Mar como Demarcación de Costas tiene competencias» en este aspecto, por lo que los «guardas del parque no deben pedir ningún papel a las barcas de recreo». La alcaldesa también considera abusivo el presupuesto del parque natural, que para 2001 es de unos 80 millones: «El presupuesto es elevadísimo para lo que se ve; se encargan demasiados estudios y luego no se reflejan sobre el terreno». Según la batlessa de Andratx, la junta rectora del parque es «sectaria» porque la mayoría de los representantes «son militantes de UM».