Ni la fiebre aftosa ni el viento pudo ayer con la celebración de la II Fira d'Ovi i Caprí de Calvià. Las muestras de ovejas y cabras fueron sustituidas por 77 puestos de artesanía balear y de otros animales como perros, caballos y aves. Las fuertes ráfagas de viento obligaron a cambiar algunas actividades de sitio como ocurrió con la degustación de cordero que debía celebrarse en la plaza y se trasladó al hall de la casa consistorial.
Mateu Morro, conseller d'Agricultura, y el primer teniente de alcalde de Calvià, Manel Suárez, fueron los encargados de inaugurar la feria, que fue visitada también por los concejales del PP y UM. Suárez destacó la necesidad de celebrar la Fira d'Ovi i Caprí, a pesar de no contar con representación de estos animales por la fiebre aftosa, para lograr su consolidación. En su lugar, en la plaza de l'Església, acogió exhibiciones de perros, caballos y razas autóctonas como la burra mallorquina. Los visitantes también pudieron ver desde gallinas mallorquinas y menorquinas a palomos, pasando por una serie de halcones de la Associació de Falconeria de les Illes.