Francesc Antich comentó ayer a este periódico en el transcurso de la trobada de los donantes de sangre de Palma que intentará, dentro de sus posibilidades, buscar una solución al cierre de la empresa Suliar. El jefe del Ejecutivo anunció que esta próxima semana se entrevistará con el portavoz del grupo socialista en el Ajuntament de Sóller y futuro alcalde, Ramon Socías, para tratar este conflictivo tema e intentar ver cómo se puede reconducir la situación.
La problemática originada con el cierre de Suliar podría extenderse como una mancha de aceite. El alcalde de Sóller, Joan Arbona, precintó el jueves el almacén de material de construcción en cumplimiento de un requerimiento judicial. Un juez de Palma dio la razón a seis vecinos de la zona de sa Roca Roja, que se quejaban de las molestias producidas por una industria ubicada en suelo rústico, vulnerando la actual legislación urbanística.
Ayer por la mañana, en apenas una hora y media, empleados y socios de Suliar recogieron 310 firmas de apoyo. En los próximos días proseguirá la campaña informativa. Entre quienes suscribieron el documento de apoyo a la cooperativa estaba el batle, quien a título personal expresó su respaldo a la empresa que él mismo ordenó clausurar en cumplimiento del requerimiento judicial. El concejal popular Miquel Bestard también firmó el texto de apoyo, lo mismo que vecinos y empresarios, algunos de ellos de la competencia.
Desde 1991, esta cooperativa que da trabajo a ocho personas de forma directa y a 200 de forma indirecta, trabaja con un permiso provisional mientras se tramitaba la creación de suelo industrial en Sóller. La cooperativa considera «desproporcionada» la orden de cierre pues no se han dado alternativas. Los directivos de la empresa aseguran que esta decisión es «un grave perjuicio moral y económico» que afecta a «más de mil clientes».