Un ciudadano de Sant Llorenç, Sebastià Caldentey, se ha encontrado de repente con una casita construida en la finca de su propiedad sin ser él el promotor de la vivienda. La construcción se realizó en poco menos de veinte días, que fue el tiempo en que Caldentey no apareció por su pequeña finca. Los hechos se remontan al pasado día 10 de agosto de 2000, cuando Sebastià Caldentey visitó su finca ubicada en el polígono 8, parcela 297. A su propiedad sólo se accede por el camino de s'Esbossar y se encuentra muy cerca de la Penya den Picot, junto a la possessió de ses Planes. La zona está declarada como Àrea Natural de Especial Interés (ANEI) y no está permitida ninguna clase de construcción.
El hombre no salió de su asombro cuando vio que se estaba construyendo en su solar una casita de unos 50 metros cuadrados sin tener conocimiento de ello. Inmediatamente denunció este hecho ante el Ajuntament de Sant Llorenç y al día siguiente se personó allí la Policía Local. Día 11 de agosto, los agentes comprobaron que efectivamente un grupo de albañiles realizaba las obras de construcción. La Policía Local les preguntó para quién trabajaban y ellos se limitaron a contestar que para una persona de Manacor, pero no facilitaron su identidad.
El delegado de Urbanismo de Sant Llorenç, Guillem Llull, explica: «La policía averiguó que la finca viene registrada con el nombre de Miquel Caldentey, que es el padre de Sebastià, pero que existe una finca en el polígono 8, parcela 424, que está justo al lado de donde se construyó la casita, que era propiedad de Sebastià, pero que una entidad bancaria le embargó los terrenos. El hecho es que, esta finca no está registrada a ningún otro nombre y no se puede encontrar al propietario». «En cualquier caso", apunta Llull, "en esta zona no se puede construir y el Ajuntament ordenó la paralización inmediata de las obras».
Lo curioso del caso es que el Consistorio ha iniciado el expediente sancionador y el restablecimiento de la legalidad contra Sebastià Caldentey porque la infracción se ha cometido en su solar, mientras no se averigüe la identidad del responsable de la ilegalidad.