Una delegación vecinal de Esporles se ha entrevistado hace unos días con el alcalde, Jaume Pou, para reivindicar la necesidad de construir viviendas sociales o de protección oficial en este núcleo de población. La reunión contó con la presencia de una docena de ciudadanos que representaban a una veintena de familias que viven en Esporles desde hace años y que no pueden acceder a una vivienda del mercado libre a causa del precio excesivo de los inmuebles.
Joaquín Úbeda, portavoz de la plataforma vecinal, indicó a este periódico que «ya hace cinco años que hay esta reivindicación, y hasta ahora nada». Úbeda indicó que hay numerosas familias que pagan alquileres que oscilan entre las 50.000 y las 80.000 pesetas y que con esta misma cantidad se podrían pagar hipotecas siempre y cuando los precios de las viviendas nuevas fueran razonables. «Es imposible para una persona con un sueldo normal poder comprar una casa en Esporles, donde la más barata vale 20 millones», explicó.
El alcalde, Jaume Pou, se ha comprometido a facilitar la construcción en el casco urbano de 20 viviendas sociales. Sin embargo, aún está por decidir la ubicación y ésta se está negociando conjuntamente con el Consell de Mallorca, aprovechando la circunstancia de que la institución supramunicipal debe aprobar la nueva normativa urbanística de Esporles.
En principio se insinuó la construcción de las viviendas sociales en los terrenos expropiados de Ca l'Amet, pero esta opción no convence al batle, partidario de ubicar en esta zona un centro sanitario y la piscina municipal. Otra opción son unos terrenos urbanos situados detrás de la gasolinera.