El crecimiento urbanístico será restringido, sobre todo en las afueras del municipio, con la nueva normativa urbanística que fue aprobada ayer por el pleno municipal. Este ha sido el principal objetivo que se ha marcado con la nueva planificación el equipo de gobierno municipal (PSM-UM), que defiende un crecimiento del municipio «racional y proporcionado».
Entre las nuevas medidas que incluye la normativa destaca la imposición de un mínimo de cuatro quarterades para poder edificar en suelo rústico. Esta medida no afectará a las fincas constituidas antes del 1 de junio de 2000, en las que se podrá seguir construyendo con tan sólo dos quarterades. También se les exigirá a todas aquellas nuevas segregaciones rústicas que persigan una finalidad edificadora una extensión mínima de 200.000 metros cuadrados para otorgar licencias de obras.
Por otra parte, con la nueva normativa se le da a los propietarios de antiguos casetes de utensilios para el campo la posibilidad de ampliar sus construcción hasta un 20%, siempre que tengan un mínimo de 60 metros cuadrados.
La nueva normativa servirá también para regular el crecimiento en el núcleo urbano. Los edificios podrán tener un máximo de dos pisos, con una altura máxima de ocho metros.