Cinco años después de la declaración de parque natural, sa Dragonera tiene, por fin, director. Martí Mayol Serra, geógrafo, ha conseguido la plaza por concurso oposición y, aunque su cargo debe ser ratificado por la consellera de Medi Ambient, ya se ha puesto manos a la obra.
Impulsar el conocimiento del parque va a ser una de las prioridades de Martí Mayol, quien considera que hay que dar un contenido más pedagógico a cualquier visita y potenciar los viajes de escolares a la isla. «La accesibilidad a sa Dragonera es mucho más fácil, sin embargo la gente conoce bastante más Cabrera. Mucha gente no la ha visitado jamás, aunque no se trata de aumentar las visitas sino de aumentar la calidad».
Mayol quiere mejorar asimismo la gestión del agua dulce y reservarla para el uso exclusivo del parque: «Los servicios públicos funcionan con agua potable y eso es un error. Ya que es un bien escasísimo, hay que limitarla al uso del personal del parque». También le preocupan las plagas de gaviotas y ratas que afectan a sa Dragonera: «En los últimos años se han llevado a cabo campañas de servicios mínimos y sería importante incidir en ello».
A su juicio, en las actuaciones llevadas a cabo hasta ahora en el parque natural, gestionado por el Consell y el Govern, «ha faltado unificar los criterios. Por parte de ambas instituciones hay buena voluntad, pero no se han aclarado los objetivos finales. Ha faltado una persona que hiciera seguimiento de los trabajo».
Así, la actuación más inmediata será la aprobación del plan de uso y gestión del parque. Miquel Angel Borràs, presidente de la Comissió Medi Ambient, también es consciente de la necesidad de aprobar este plan y de informar a la junta rectora. Su intención es convocarla a principios del próximo año y así lo comunicará a la Conselleria de Medi Ambient. El departamento de Borràs ha destinado para el próximo año 42 millones para el parque de sa Dragonera. «Espero que como mínimo el Govern aporte la misma parte», indicó.