El agua que se obtenga de la nueva estación depuradora de Santanyí será reutilizada para regar los espacios verdes del término municipal. Las instalaciones fueron inauguradas ayer por el presidente del Govern balear, Francesc Antich; la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el alcalde de Santanyí, Miquel Vidal.
Rosselló destacó la importancia de reutilizar las aguas depuradas, sobre todo en los espacios ajardinados de las zonas turísticas. Por su parte, Antich apuntó que las desaladoras no solucionarán el problema de la falta de agua si no se aplican otras medidas como campañas de ahorro, nuevos sistemas de captación o la construcción de estaciones depuradoras. En este sentido, afirmó que «el Govern realiza este tipo de actuaciones para dar una solución integral al problema del agua y no sólo parcial». Antich señaló que estos proyectos «suponen un descanso para las reservas de agua, para los acuíferos de las Islas».
La depuradora, que dispone de tratamiento terciario, tiene capacidad para depurar las aguas residuales de los 17.500 habitantes que hay en Santanyí y los núcleos urbanos de Cala Santanyí y Cala Figuera durante los meses de verano. Diariamente puede depurar 3.000 metros cúbicos de agua. Las instalaciones de la depuradora ocupan una extensión de 6.500 metros cuadrados y el Govern de les Illes Balears ha realizado una inversión de 500 millones de pesetas.
Una gran parte del agua depurada en la nueva estación se destinará al futuro jardín botánico de la localidad, que ocupará una extensión de 8.000 metros cuadrados de unos solares ubicados junto a la residencia de la tercera edad. Esta zona estará destinada al ocio y también tendrá una finalidad pedagógica, puesto que se estudiarán las características de la flora.