La Mancomunitat des Raiguer suspenderá en breve el servicio de recogida selectiva de residuos a domicilio. Los vecinos de la comarca tendrán que llevar personalmente el aceite, el vidrio o la ropa hasta los «puntos verdes» de sus municipios. La aprobación del nuevo Plan Sectorial de Residuos deja fuera de ordenación esta iniciativa, pionera en las Islas y que se convirtió en la apuesta máxima de la Mancomunitat desde que asumiera los servicios de basuras. El funcionamiento de la recogida no ha satisfecho sus expectativas.
La nueva dirección de la Mancomunitat ha abierto negociaciones con la empresa concesionaria, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), para fijar los términos en que se rescindirá esta parte del contrato. La Mancomunitat pretende que FCC siga al cargo de la recogida de residuos orgánicos e intentará que los 4 millones de pesetas destinados anualmente a la recogida selectiva domiciliaria se reinviertan en la mejorar el servicio de recogida de basura ordinaria.
No obstante, las conversaciones con Fomento podrían ir más allá. La concesionaria reclama más dinero a la Mancomunitat para continuar con la recogida habitual de residuos. La empresa asegura que los costes se han incrementado notablemente desde que en 1997 asumiera la concesión ya que la producción de basuras ha aumentado un 27 por ciento.
Fomento obtuvo la concesión de la recogida de basuras de la Mancomunitat por un periodo de ocho años, prorrogable un año más. La empresa de la Koplowitz presentó la mejor oferta económica a concurso, concretamente 327 millones de pesetas, una cifra mucho menor que la del resto de concursantes. La apertura de negociaciones con FCC coincide con el relevo en la presidencia de la Mancomunitat que ocupará a partir de ahora el alcalde de Selva, Joan Rotger.