Un grupo de payeses de sa Pobla ha manifestado su intención de cortar la línea ferroviaria entre Inca y sa Pobla el próximo día 27 cuando se inaugure la vía, si antes no se obtiene un compromiso para construir un paso subterráneo en el Camí des Carnatge.
Unos sesenta vecinos de la zona conocida como Es Serral, entre Muro y sa Pobla, denuncian que Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) ha cortado el acceso a sus propiedades al instalar la vía, con el agravante de que no se ha construido ningún puente. Los afectados han relatado que en un primer momento se había previsto la construcción de un gran puente, que fue muy criticado por sus grandes dimensiones. Además, los payeses se opusieron a su construcción por las grandes expropiaciones de terreno que suponía.
El portavoz de los vecinos, Joan Socies, ha manifestado que sólo queremos que en su lugar se cree un paso subterráneo. De hecho, Socies afirma que se desestimó el proyecto inicial ante las protestas vecinales, pero después no se ha vuelto a ofrecer una solución alternativa. Socias relata que se planteó a los afectados la posibilidad de utilizar el camino de Can Roca para acceder a sus tierras para lo que tienen que hacer un gran rodeo pasando por la carretera de Muro. Los afectados creen que este recorrido es muy peligroso, puesto que tienen que salir en un «punto negro» de la carretera con escasa visibilidad donde ha habido algunos muertos en accidente. Socias mantiene que el Govern tiene el dinero para hacer el puente pero que ha preferido esperar hasta ahora.
Por otra parte, el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca, José Antonio Santos, ha hecho un llamamiento a la calma indicando a los afectados que los reunirá la próxima semana para darles las oportunas explicaciones. Santos considera que cuando se ha hablado de fechas de reapertura se ha creado un nerviosismo.