Las obras de reforma que el Ajuntament de Santa Maria está ejecutando en la Casa de la Vila no disponen de ninguna licencia municipal. El grupo municipal popular ha denunciado este hecho públicamente cargando contra el equipo de gobierno del PSM al que ha acusado de infringir la legalidad. Además, los conservadores afirman que el proyecto no ha sido autorizado por la Comissió de Patrimoni, como así resulta necesario para todos los edificios protegidos patrimonialmente.
Las obras que se realizan en el edificio consistorial consisten básicamente en la sustitución de la instalación eléctrica, que ha quedado desfasada. A pesar de que se trata de una obra menor y que afecta al interior del inmueble, también se ha abierto un boquete en la fachada lateral para instalar una caja eléctrica.
El portavoz popular, Antonio Cañellas, ha acusado el equipo de gobierno de dar un pésimo ejemplo a los ciudadanos. El portavoz popular considera que existe un agravio comparativo con los propietarios de edificios protegidos a los que se exige la tramitación de unos permisos especiales autorizados por la Comissió de Patrimoni.
La versión que esgrime el equipo de gobierno es totalmente opuesta. El delegado de Urbanismo, Joan Serra, mantiene que el Ajuntament tiene la soberanía suficiente como para no tener que autorizarse a si mismo una licencia. Serra afirma que los informes de la Comissió de Patrimonio son consultivos y que en ningún caso tienen un carácter vinculante. Así, dice que no tiene sentido convocar la comisión ya que la obra se hará siguiendo los criterios adecuados.