«Protegeremos Cala Carbó hasta el final, pero estamos estudiando el marco legal para hacerlo». La alcaldesa de Pollença, Francisca Ramon, contestó ayer así a las críticas lanzadas desde el PP, que apuntaba a la existencia de fuertes discrepancias sobre Cala Carbó en el seno del equipo de gobierno municipal (PSOE, PSM y Unió Mallorquina).
La batlessa explicó que «el portavoz del PP ha insinuado que el PSM se desmarca del PSOE en cuanto a la protección de Cala Carbó pero no es así, todos estamos de acuerdo en que hay que proteger la zona».
El equipo de gobierno suspendió la concesión de licencias en Cala Carbó para encargar un estudio paisajístico y analizar las consecuencias de la urbanización, al tiempo que se buscaban soluciones a su impacto. La aprobación de la moratoria del Consell podría haber solucionado el problema sin que el Ajuntament tuviera que satisfacer indemnizaciones por la desclasificación de suelo urbanizable. Sin embargo, lo que en principio parecía una buena noticia ha quedado en agua de borrajas al estar Cala Carbó al margen de la moratoria.
El GOB ha considerado «insuficiente» la moratoria del Consell y condena las declaraciones con las que la alcaldesa apuntaba la posibilidad de reducir edificabilidad en lugar de impedir la urbanización.