Fernando Muñoz Cariñano era el único hermano de Antonio, un excelente especialista en otorrinolaringología que fue asesinado por la banda terrorista ETA en su consulta de Sevilla. Fernando es el registrador de la propiedad en Manacor y hace sólo unos días que se ha reincorporado a su puesto de trabajo.
Cuando Fernando Muñoz Cariñano habla de su hermano Antonio se le ilumina la mirada en la que se puede leer el profundo cariño que sentía por él. «Estábamos muy unidos y la verdad es que cuando conocí la noticia sentí una profunda tristeza y al mismo tiempo una gran sorpresa, a pesar de que a veces sentimos una especie de premonición del riesgo que corría. No obstante, nunca vas a pensar de que esto pueda ocurrirte a ti, porque lo ves como algo ajeno», comenta Fernando con voz apagada y triste.
Fernando cree que las causas que indujeron a los militantes de ETA a asesinar a su hermano son debidas a «su gran popularidad en Sevilla y su carácter militar. No obstante, mi hermano era médico sobre todas las cosas y nunca fue consciente del peligro que corría. De hecho, no tenía miedo aunque tenía conocimiento de que se encontraba en la lista de ETA».
Comenta que su hermano Antonio tenía muy buen carácter «era una persona muy vitalista que vivía con intensidad todos los aspectos de la vida. Era extrovertido y alegre y siempre estaba dispuesto a ayudar a todo el mundo, incluso en muchas ocasiones no cobraba las consultas a la gente humilde». Fernando asegura que la distancia geográfica no interrumpió su estrecha relación: «Nos veíamos con bastante frecuencia. Para mí, Antonio, además de hermano, era mi amigo y mi médico de cabecera».
Fernando Muñoz dice no sentir odio por los que asesinaron a su hermano: «Los culpables son los que inducen al crimen. Por esto, es importante educar para la vida y no para la muerte».