El Colegio Oficial de Veterinarios de Balears rectificó, en el mismo día, una nota de prensa que había enviado previamente desaconsejando la vacunación de las ovejas por la «lengua azul» ya que no se «aseguraban resultados óptimos» y, posteriormente, aconsejaban la medida sin tener aún la certeza de que será efectiva al cien por cien.
La enfermedad, que afecta al 4 por ciento de la explotaciones de ovejas de la Isla, tiene 24 serotipos diferentes y, aunque todos los indicios apuntan a que se trata del tipo 2, la Conselleria no tiene la certeza científica de que se trate de esta variedad aunque ya está previsto el envío hacia la Isla de 400.000 dosis de vacuna elaboradas en Sudáfrica para este serotipo. Algunos ganaderos ya manifestaron su preocupación por este hecho a los técnicos, pero la Conselleria ha decidido la vacunación teniendo en cuenta que el serotipo 2 es el que se ha detectado en los focos de otros países y que el Comité de Expertos del Ministerio de Agricultura, en contacto a su vez con los expertos de la Unión Europea, recomendaron vacunar contra esta variedad.
El único laboratorio que puede certificar el serotipo exactamente se encuentra en Inglaterra y los análisis pueden durar varias semanas, demasiado tiempo, según la Conselleria, para esperar a tomar medidas. «¿Podemos esperar a que se diagnostique la cepa al cien por cien y arriesgarnos a que se extienda la enfermedad por toda la Isla?», se preguntaban fuentes de la Conselleria que, por otra parte, recordaban que la vacuna no perjudica a los animales y que, como mal mayor, (en el hipotético caso de trate de otro serotipo), se tendría que «repetir el esfuerzo actual».
Por otra parte, el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, reiteró que el consumo humano está garantizado, que la exportación de carne no está prohibida por la UE y negó que su departamento tuviera conocimiento de casos en explotaciones de Menorca a finales del mes de agosto.