El futuro hospital de Inca ocupará la totalidad de los terrenos pendientes de expropiación. Así informó el equipo redactor del anteproyecto al alcalde de Inca, Pere Rotger, en una reunión que mantuvieron esta semana para discutir la ubicación de las redes eléctricas, de saneamiento y demás servicios con los que se deberá de dotar a la zona. «Tal y como está prevista la ubicación del hospital, no es posible tener en cuenta la propuesta del propietario de los terrenos, que solicitaba quedarse con unos metros de la finca», dijo Rotger.
Ante esta situación, la propiedad está estudiando otras alternativas, entre las que prevé la posibilidad de crear un convenio urbanístico que le dote de derechos sobre la futura zona de servicios que se ubicará al lado del hospital. Según el representante del propietario de los terrenos, Antoni Llompart, «nuestra única intención es tener los mismos derechos y deberes urbanísticos que los propietarios de los solares de los alrededores».
En este sentido, Pere Rotger ha dejado claro que «desde el ayuntamiento se intentará agotar las negociaciones sin dejar de lado el interés general». El alcalde explicó que, según el equipo redactor del anteproyecto, «los terrenos que se expropiarán son en su totalidad necesarios porque el hospital se construirá mayoritariamente en ellos y el solar municipal, que bordea la ronda de circunvalación, será utilizado para edificar los aparcamientos del centro hospitalario.
El nuevo hospital tendrá capacidad para albergar 130 camas con atención sanitaria, que ouede llegar hasta 200 si se amplía también la dotación de personal y servicios. Según figura en el anteproyecto, las dos salas para servicios hospitalarios son plantas bajas que, en el futuro, permitirán que se edifique encima.