En las últimas semanas se ha ido formando un vertedero ilegal de dimensiones considerables en los alrededores de Cala Falcó. El depósito continuado de escombros, rocas y tierra procedente de movimientos de tierras y desmontes de solares para urbanizar ha ido formando una pequeña elevación junto a una zona boscosa, a varios centenares de metros de la playa de Cala Falcó, una de las pocas calas sin urbanizar que quedan en el término municipal de Calvià. Esta zona está ubicada entre dos áreas altamente urbanizadas, como son las urbanizaciones Sol de Mallorca y Bahía de Palma. Se trata de un lugar muy transitada por excursionistas que está protegida por la Ley de Espacios Naturales (LEN) con la categoría de Àrea Natural de Especial Interés.
El único edil de Unió Mallorquina en el consistorio calvianer ha lamentado la «escasa gestión medioambiental del Ajuntament de Calvià» y ha criticado «la nula sensibilidad hacia los temas ambientales que demuestra el equipo de gobierno que preside Margarita Nájera a pesar de organizar numerosas operaciones de márqueting ecologista».
En opinión de Canyelles, la aparición de este gran vertedero y numerosos puntos dispersos con vertidos de tierra y escombros es una muestra del desinterés del Ajuntament hacia los espacios protegidos del municipio. De hecho, el edil de UM ya ha denunciado en numerosas ocasiones ante el pleno, sin ningún efecto, que la propia Administración local tiene un depósito de coches abandonados en el centro de otra zona protegida por la LEN. Isidre Canyelles especificó que después de la destrucción de Punta Negra, donde desde hace un par de años se construye un macrocomplejo hotelero y de apartamentos, es especialmente grave que aparezca un vertedero en Cala Falcó «porque es la única playa virgen que queda en el municipio».
El vertedero legal de escombros de ses Barraques ya está complementa lleno, lo que ha obligado a los transportistas del sector de la construcción a buscar lugares alternativos. Algunos, sin embargo, han optado por actuar de forma ilegal.