La Compañía Concesionaria del Túnel de Sóller invalidó ayer las tarjetas que permitían el pago bonificado a los empleados de las empresas de Sóller y Fornalutx que no residen en el valle. El primer día de restricción se desarrolló sin apenas incidentes de consideración.
Los empresarios sollerics han podido utilizar su tarjeta personal de residente en sus vehículos industriales y privados, y las sociedades radicadas en el valle estudian con sus empleados la fórmula de compensar el pago cotidiano del peaje. Los empresarios buscan un sistema para poder pagar los gastos del peaje de sus empleados, dado que éstos no quieren correr con los gastos de las empresas para las que trabajan.
Fuentes de la empresa que explota el túnel de Sóller manifestaron a este periódico que «no tiene porqué haber ningún problema si las tarjetas están bien cumplimentadas y son presentada por un residente». Las mismas fuentes señalaron que la concesionaria «no permitirá en ningún momento que las tarjetas de residentes sean aprovechadas por no residentes», por lo que anunció «una estricta vigilancia de todas las tarjetas».
Por su parte, el presidente en funciones de la Asociación de Transportistas de Sóller, Miquel Soler, informó a Ultima Hora que «de momento, los transportistas y empresarios se mantendrán a la expectativa para ver cómo funciona el nuevo sistema».
La Conselleria d'Obres Públiques está dispuesta a reunirse con las partes afectadas por esta decisión de la concesionaria del túnel, pero ha advertido que en ningún caso asumirá el gasto de abonar la diferencia ni pagar ninguna deuda no reconocida documentalmente, pese a que la compañía reclama 80 millones.