Las antiguas casas de Can Seda, ubicadas junto al futuro teatro, están siendo parcialmente derribadas para dar paso a un centro de formación ocupacional. La pasada semana comenzaron los primeros trabajos de desescombro, que se prorrogarán durante los próximos meses.
El Ajuntament de Lloseta adquirió el pasado año los terrenos y las casas de Can Seda con la intención de rehabilitarlos y construir con fondos europeos seis aulas de formación ocupacional.
El proyecto de rehabilitación intentará mantener al máximo el carácter original del inmueble, como ya se hiciera en la rehabilitación de la mina, pero el deteriorado estado de las viviendas ha obligado a demolerlas de forma parcial.
No obstante, según explica el alcalde, Bernat Coll, «se intentarán conservar el máximo de elementos singulares, como los arcos y la escalinata». El proyecto de Can Seda costará 69 millones de pesetas y se incluye en un programa del Objetivo 2.