Los vecinos que habitan cerca de la planta de cemento reclaman que las administraciones tomen medidas contundentes contra Valenciana de Cementos por vulnerar reiteradamente la ley de contaminación acústica. Así lo evidenciaba un estudio del Consell Insular. Los afectados temen que el Ajuntament de Lloseta acepte las alegaciones de la empresa y que al final no le imponga ningún tipo de sanción.
Los vecinos informan, además, que el estudio de emisiones de partículas redactado por el Govern no es válido. El portavoz de los denunciantes, Bernat Fiol, afirma que el documento reconoce que para que los resultados sean válidos se tienen que hacer muestreos 274 días durante un año en lugar de sólo durante un mes. Los vecinos han puesto en manos de abogados la interposición de una demanda judicial por contaminación ambiental. Con esta finalidad, se han pedido estudios a peritos agrónomos sobre las repercusiones negativas de las cenizas que se emiten sobre los cultivos.
Los payeses se quejan precisamente de los múltiples perjuicios de las cenizas sobre los cultivos. Joana Amengual y Jeroni Gelabert son dos agricultores que se ven impotentes ante esta situación. Cuentan que, a causa de las cenizas, se ven obligados a lavar toda la fruta y verdura. También se quejan de que tienen que mantener riego por aspersión en lugar de goteo para quitar la ceniza a las hojas de los árboles. Los cultivos de invernadero no crecen como es debido, ya que el polvo tapa la luz de los plásticos. Además, el peso de las partículas hace que los plásticos se rompan y se tienen que cambiar cada año.