Las trabajos de excavación que se están realizando en la basílica paleocristiana de la finca de Son Fradí de Campos desvelan que el templo se encontraba aislado en el campo.
La profesora de la Universidad de Granada, Margalida Orfila, ha explicado que «una vez sondeada la zona colindante vemos que no hay indicios de que hubiera otras edificaciones junto a la iglesia». Orfila aseguró que muy probablemente las excavaciones acaben este año. Además de Orfila hay otros dos codirectores, Tilo Umbert, director del instituto arqueológico alemán que financia las excavaciones, y Francesc Tuset, profesor de la Universidad de Lleida.
Desde hace cuatro años y durante el mes de septiembre los expertos, colaboradores y albañiles contratados a empresas constructoras realizan las excavaciones en la basílica que fue descubierta en el año 1988 y cuya fecha de construcción es de aproximadamente el siglo V d.C. En este sentido, Orfila ha comentado que la basílica fue construida en dos fases. La primera edificación fue reformada, ya que se alzó el altar unos treinta centímetros y se colocaron los mosaicos que fueron encontrados en el año 1998 y que constituyen «uno de los hallazgos más importantes junto con el del baptisterio un año antes», explicó Orfila.
La basílica está formada por el altar, el presbiterio, dos naves laterales y una central donde hay un santuario. Después y como si fuera «un edificio adosado» está el baptisterio. La pila bautismal es de forma cruciforme, con el eje mayor de forma rectangular, y el menor, semicircular. Las medidas son de 2'18 metros por 1'80.