El Ajuntament d'Alcúdia ha decretado el cierre de la cantera de Ca Na Siona, que ocupa una amplia zona de la montaña en las cercanías del Puig de Sant Martí. El alcalde, Miquel Ferrer, y el primer teniente de alcalde, Antoni Alemany, han justificado la decisión municipal basándose en los informes técnicos que certifican que la actividad de extracción de material ha invadido las zonas protegidas de la montaña, calificadas como Àrea Natural de Especial Interés y Àrea Rural de Interés Paisajístico.
Ayer se comunicó el cierre a los propietarios, que tienen 48 horas desde la notificación municipal, para paralizar voluntariamente la actividad. El alcalde indicó que «para rehabilitar la montaña se darán todas las facilidades a los propietarios, y no se descarta autorizar el vertido de escombros, siempre que se sigan las normas del Plan de Canteras para la rehabilitación de canteras».
En el término municipal de Alcúdia serán necesarios 28.000 metros cuadrados para edificar en fincas rústicas que a partir de ahora sean segregadas, en lugar de los 14.000 metros cuadrados exigidos, como parcela mínima, por la Ley del Suelo Rústico. Con esta medida, el Ajuntament d'Alcúdia, que ayer aprobó la adaptación de la normativa urbanística municipal a las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT), a la Ley del Suelo Rústico y a otras normas de rango superior, quiere penalizar la segregación de fincas rústicas. Según manifestó el responsable del área de Urbanismo, Antoni Alemany, «esta nueva medida pretende proteger las pocas fincas grandes que todavía quedan en el municipio».
La nueva normativa amplía la suspensión de obras molestas durante los meses de verano, de tres a cinco meses y no sólo en la zona turística, sino en todo el municipio, aunque el Ajuntament se reserva el derecho de autorizar determinadas obras.