Todos los grupos políticos con representación en el Ajuntament de Felanitx, tanto el equipo de gobierno (PSOE-UM-PSM) como la oposición (PP y CALS) condenaron, en la sesión plenaria celebrada el pasado lunes, «la magnitud y contundencia con la que se emplearon algunos representantes del orden público», según la moción presentada por el equipo de gobierno en referencia a los altercados sucedidos el día de Sant Agustí en que se enfrentaron miembros de la Guardia Civil y componentes de la Peña El Coso. La moción fue aprobada por todos los partidos políticos.
La moción con carácter de urgencia que presentó Coloms a la Sala (CALS), en la misma sesión plenaria del Ajuntament de Felanitx, para condenar los incidentes que se saldaron con la detención del ex regidor de su partido Sebastià Cerdà, sorprendió a propios y extraños al proponer que «el Ajuntament informe a la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, que la canción del verano se titula 'Bomba' y cantar esta canción no es hacer apología del terrorismo».
La urgencia de la moción prosperó, aunque no su contenido. El portavoz de CALS, Jeroni Vidal, explicó que el tono de la moción «debe servir para desdramatizar los hechos». Vidal indicó que muchos jóvenes que fueron acusados de hacer apología del terrorismo por cantar «Bombas lapa», en realidad sólo cantaban la letra de la canción del verano «Bomba».
Finalmente, la moción presentada por CALS no fue aprobada por el pleno y prosperó otra presentada por el equipo de gobierno. El alcalde de Felanitx, Miquel Riera (PSOE), afirmó que votaba en contra de la moción presentada por CALS porque «no veo en ella la seriedad que debe de haber en el ayuntamiento, podemos estar de acuerdo en algún punto pero no es seria». Riera añadió que «lo que no entiendo es qué hacía la Guardia Civil delante del bar Can Moix si no había actos previstos en aquel lugar».
Su socio de gobierno, el edil del PSM, Jaume Binimelis, se abstuvo en la votación de la moción de Coloms y afirmó que «las declaraciones de Catalina Cirer han sido en todo momento excesivas; ha habido una instrumentalización política de la fiesta».