El vicario general, Andreu Genovard, acudió a la parroquia del Carmen de Cala Rajada para emitir un informe al obispo de Mallorca, Teodor Úbeda. Su primera impresión fue muy dolorosa porque durante muchos años Genovard había sido el párroco de Capdepera.
Sus primeras palabras al entrar en el templo fueron: «Esta acción no sólo ha sido un atentado contra la Iglesia, sino también contra todo el pueblo de Cala Rajada. Lo que ha ocurrido hoy no tiene nombre, pero lo que más me anima es ver la actitud del pueblo contra estos ataques vandálicos». Genovard se emocionó mucho al ver la imagen de la Virgen destrozada y fueron muchas las personas que saludaron llorando al vicario y ex párroco de Capdepera como si de un funeral se tratara. El vicario Genovard anunció que va a emitir un informe al obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, para después «tomar una decisión sobre qué tipo de actuaciones llevaremos a cabo para defender el patrimonio de la Iglesia».
Por otra parte, la Associació per a la Revitalització dels Cascs Antics (ARCA) ha criticado a la Guardia Civil y al rector de la iglesia al comprobar que no se había tomado ningún tipo de precaución para proteger el edificio y su patrimonio, sobre todo después de que éste sufriera, hace poco más de una semana, la profanación de la imagen del Santo Cristo. Al respecto, el anterior rector Josep Adrover, quien también se desplazó a la iglesia de Cala Rajada, manifestó ayer que «a partir de ahora empezaremos a cambiar todas las llaves y cerraduras del edificio y se cerrará la entrada principal».