Una tercera parte de las 1.300 viviendas vacacionales que existen en Pollença podrían obtener licencia de funcionamiento de la Conselleria de Turisme. Éstos son los cálculos que barajan las agencias de vacaciones, aunque a falta de dos meses para que concluya el plazo de tramitaciones ningún propietario ha obtenido aún un permiso oficial.
Así lo denuncia el portavoz del PP de Pollença, Joan Comas, que desde hace meses exige al conseller de Turisme, Celestí Alomar, que se desplace hasta el municipio para aclarar los términos en que se tramitan las solicitudes. «Ningún propietario tiene licencia aunque Turisme dice que 500 ya están listas», explica.
En el Consell de Mallorca se encuentra paralizada gran parte de las cédulas de habitabilidad de los inmuebles, un documento imprescindible para que Turisme pueda otorgar la licencia. El retraso en las tramitaciones "hay trescientas pendientes en todo Balears" ha obligado al Govern a alargar el plazo para presentar la documentación, cuyo límite estaba fijado en un primer momento el pasado 31 de junio. Los propietarios de viviendas vacacionales tienen ahora hasta el 15 de diciembre para continuar con el papeleo.
Joan Comas (PP) explica que «en Pollença existen alrededor de 1.300 viviendas vacacionales, de las que aproximadamente 400 no pasaron los primeros trámites porque tenían infracciones urbanísticas graves o carecían de la documentación necesaria. Parece ser, según me informan las agencias, que un tercio de estas 1.300 viviendas podrá obtener licencia».