El 85 por ciento de los enfermos que ha estado interno en el hospital comarcal de Manacor ha confirmado que, de ser necesario, volvería a este centro de salud. En cambio, el dos por ciento elegiría otro.
A partir de éstas y otras cifras, el Gobierno central ha valorado de forma positiva la labor y gestión de la Fundació Hospital Manacor en asistencia a los pacientes, gestión económica y política de personal. Esta valoración fue realizada a instancias de una interpelación parlamentaria realizada por la diputada conservadora Rosa Estaràs.
En lo que a asistencia se refiere los modernos sistemas utilizados en el centro hospitalario, éstos permiten que «el mantenimiento de cirugía ambulatoria (ingreso y alta el mismo día) se sitúe en torno al 60 por ciento de toda la cirugía programada». El hospital, además, es técnicamente superior a los otros centros de sus mismas características en un 8'5% gracias a la modernización de sus sistemas. El índice de estancia media ajustada se sitúa en un 8'27% en comparación con la media de su grupo, esto significa que «trata la misma patología con el 8'27% de tiempo menos de estancias».
El Ejecutivo hace referencia también a la buena política de personal del hospital comarcal de Manacor, ya que se ha firmado un convenio colectivo que repercute directamente en la asistencia a los pacientes que, entre otras cosas, «permite mantener las consultas mañana y tarde y realizar intervenciones quirúrgicas por las tardes», concluye el informe.
Mayor capacidad de gestión
El modelo de fundación permite, según el Gobierno central, «una
mayor capacidad de gestión», ya que «agiliza las compras al
disponer de instrumentos para la negociación directa con los
proveedores, acreedores y personal». En este sentido, según fuentes
del hospital, la fundación «es un modelo de gestión de un servicio
público con criterios privados». Esto ofrece ventajas, ya que «si
se presenta un colapso de pacientes se puede contratar a un
médico». «Nos regimos por criterios objetivos», señalan las mismas
fuentes. «Cada año hay una auditoría, una intervención general del
Estado y toda nuestra actuación va a un tribunal de cuentas»,
explican desde el hospital.