La escasa presión de la red, originada por el elevadísimo consumo y la precariedad en el suministro, está provocando que en Andratx se padezcan a diario cortes en el abastecimiento. Aunque técnicamente no pueda hablarse de interrupciones, la realidad es que casi cada día, a partir de media tarde, abrir el grifo no es sinónimo de tener agua.
Las zonas más afectadas son los barrios más elevados del pueblo, como la calle Antonio Mulet y sus alrededores. Vecinos de esta área han denunciado a este periódico que los problemas en el suministro se producen «desde hace semanas» y que se han agravado en los últimos días. Jaume Bosch, portavoz del grupo municipal socialista, en la oposición, también ha criticado «la tercermundista situación que vive Andratx» con el tema del agua. Su vivienda, en la calle Tarragona, también se ha visto afectada por la bajada generalizada de la presión, pese a estar situada en una cota más baja. El portavoz socialista considera que el Ajuntament debería haber afrontado una campaña informativa ambiciosa y vigilar que los residentes no utilicen el agua de la red para llenar piscinas o regar huertos y jardines. «Como no ponen límites, ni hay control, quien puede pagar un mayor consumo, gasta y paga», explicó Bosch, que en el último pleno ya denunció la política del equipo de gobierno en este apartado.
La alcaldesa, Margalida Moner, ha señalado que los problemas se deben a que «a Andratx no llega toda el agua que corresponde». La batlessa popular dijo no querer entrar en guerra con el municipio vecino pero indicó que «Calvià se bebe parte del agua de Andratx» procedente de la desaladora de Ciutat. Moner comentó que durante la noche se llenan los depósitos municipales, motivo por el que durante las mañanas no hay problemas en el suministro. Sin embargo, a partir de media tarde los depósitos se vacían y comienzan los problemas.