La vendedora de la plaza de abastos de Manacor Antònia Vadell, propietaria de la mercantil Pollos Salas SA, será indemnizada por el Ajuntament con dos millones de pesetas «para cubrir parte de los gastos del desmontaje, montaje y posible deterioro de las cámaras frigoríficas, así como la obra civil, previa justificación de los gastos efectuados», según está escrito en el pacto oficial entre el Ajuntament de Manacor y la vendedora afectada.
Asimismo, la mercantil mencionada se compromete a desistir y renunciar de los recursos interpuestos ante el Ajuntament y la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB). Antònia Vadell ha explicado que esta indemnización «no cubrirá las inversiones que deberé realizar y, mucho menos, las pérdidas que me han ocasionado al no disponer del local de la pescadería municipal que me prometieron tendría a primera hora del martes para instalarme de manera provisional, mientras se realizan las obras de demolición». Según Vadell, «esta circunstancia ha supuesto para mí muchas pérdidas económicas porque no he podido vender la mercancía y me he visto obligada a tirar unos cuantos kilos de carne que me distribuyen desde el matadero municipal». Vadell también critica que está pagando a sus empleados que han tenido que venir a trabajar, «mientras que yo no podido vender y, por tanto, no he sacado ningún beneficio».
La propietaria de la mercantil Pollos Salas SA asegura que «en una semana suelo hacer una caja de un millón y medio de pesetas y esto es lo que estoy perdiendo al tener mi puesto de venta cerrado». Vadell considera que es injusto que la demolición comience donde ella tiene su puesto de venta, ubicada en la parte inferior del edificio, «cuando se tiene que derribar parte de la zona superior». La delegada de Agricultura, Comercio y Industria, Concepció Gil (PSM), ha reconocido que la vendedora Vadell es la más perjudicada y se ha optado por esta solución.