El edificio de la plaza de Son Servera, donde cada viernes se celebra el mercado municipal, ya tiene el proyecto para la reforma del local y de sus alrededores. Esta propuesta será debatida en el pleno del próximo martes. La degradación estructural y el precario estado de conservación han provocado la rehabilitación del centro neurálgico del municipio. La reforma contempla una actuación en la parte externa del edificio y una modificación en la interna, en la que se prevé la construcción de una zona cubierta destinada a los comercios ambulantes y que se distribuirá a partir de alquileres para el mayor control del Ajuntament.
Los lugares de venta contarán con una superficie de entre cuatro y 40 m2 y estarán equipados de agua, electricidad y alcantarillado. Además, contará con un almacén comunitario y una oficina. El proyecto incluye la construcción de uno o dos edificios más que albergarán comercios y se habilitarán para concentrar diferentes actos públicos para unas 300 personas.
Por lo que respeta a los contornos de la plaza, se cerrará en una zona peatonal y se crearán unos aparcamientos. Las opiniones de los vendedores son diversas, pero en general ven muy favorable la reforma integral de la plaza. Francesc Bonnin opina que «las superficies estarán mejor estructuradas y será más agradable para los paseantes». No obstante, otros consideran que las zonas verdes que se habilitarán pueden resultar un impedimento por la suciedad que a veces compartirán.