El encargado del restaurante del santuario de Cura de Algaida, Leandro Rubert, ha denunciado que en una curva de la cima que da a un precipicio, faltan unos seis metros de pared. «Esto es muy peligroso porque cualquier día va a caer un coche», afirma.
Además, «muchos turistas que visitan Cura creen que este boquete en la pared está hecho a posta y se acercan para contemplar el paisaje, muchas familias pasean y sus hijos corretean junto al borde del precipicio, un día habrá una desgracia», ha explicado Rubert. El hueco en el margen de la carretera comenzó a producirse hace unos 13 años. «La gente lo ha ido agrandando poco a poco ya que cogen las piedras y las tiran al vacío para entretenerse», ha comentado Rubert.
El responsable del restaurante ha explicado que en numerosas ocasiones han comentado el problema con el padre prior del santuario y también cree que la administración debe arreglar la pared.