Tres días de debate han sido necesarios para que la Ponencia Técnica del Consell de Mallorca eleve una propuesta sobre la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Calvià a la Comissió Insular d'Urbanisme que se reunirá el próximo lunes. Tras tensas discusiones, técnicos y juristas de la ponencia no aprobaron el ritmo de crecimiento que propone el planeamiento urbanístico de Calvià.
El Ajuntament de Calvià defiende la programación de licencias, es decir, cupos anuales de licencias para 500 plazas y un crecimiento de 850 nuevos habitantes, excepto en los núcleos de población de Calvià, es Capdellà, en el suelo rústico y para viviendas de protección oficial. Sin embargo, los juristas del Consell entienden que la propuesta de «números clausus» de Calvià no está amparada ni por la Ley de Disciplina Urbanística ni por la Ley del Suelo estatal, lo que supone una indefinición legal fuerte. «Se pueden crear problemas graves, ya que el promotor pide licencia de construcción, paga y no se la dan hasta dentro de varios años. ¿Y si cambia el plan general? La licencia no sería efectiva y se tendrían que pagar indemnizaciones», explicó Mariano Gual, presidente de la Ponencia Técnica de Urbanismo. Además, la revisión del Plan General prevé un crecimiento potencial de 35.000 personas en los ocho años de vigencia del planeamiento, pero al ritmo que propone el Consistorio serían bastantes años más.
Margarita Nájera, alcaldesa de Calvià, que ayer estuvo presente en el debate de la Ponencia Técnica, se mostró molesta con la decisión de los técnicos. «Los juristas del Consell hacen una interpretación conservadora de la normativa urbanística. El urbanismo siempre ha sido un instrumento de crecimiento, ésta es una interpretación clásica que colisiona con nuestro planteamiento que interpreta las leyes en clave de restricción. Nuestra teoría está avalada por eminentes catedráticos como Avelí Blasco o Javier Larrea», indicó la alcaldesa socialista.