Desde ayer y hasta que el Consell Consultiu de la Comunitat Autònoma de les Illes Balears realice un dictamen jurídico, los proyectos de obra que afecten a la urbanización de Son Bauló, junto a Can Picafort (Santa Margalida), no obtendrán licencia municipal si prevén la construcción de más de una vivienda por cada 250 metros cuadrados de solar. Esta medida, propuesta ahora por el concejal delegado de Urbanismo, ya había sido acordada en un pleno el 15 de mayo de 1999, pero aquella primera modificación de la normativa urbanística que afectaba a todo el municipio nunca fue tramitada.
La presunta obstrucción a la tramitación por parte del alcalde popular, Antoni del Olmo, de aquel primer acuerdo plenario destapó una crisis entre los socios de gobierno (CPU y PP) el pasado mes. A día de hoy, un calígrafo investiga la autenticidad de un documento que podría incriminar al alcalde en este hecho. Antoni del Olmo niega haber obstruido la tramitación. La diferencia entre aquella primera modificación y la aprobada ahora radica en que, además de afectar a todo el municipio y no solo a Son Bauló, el primer documento se aprobó antes de entrar en vigor las Directrices de Ordenación Territorial, por lo que el Consell de Mallorca no podría impedir su aprobación definitiva pero sí podría rechazar la nueva propuesta.
La oposición acusa a Estelrich de «lanzar una operación de maquillaje para vender a los vecinos de Son Bauló que quiere detener el crecimiento desmesurado de la zona sin que exista realmente esa intención y sabiendo de antemano que la modificación va a ser rechazada por el Consell».