Los conductores en huelga desde el pasado miércoles tenían ayer la sensación de que se les está tomando el pelo. El pasado viernes, la Direcció General d'Obres Públiques i Transports del Govern se comprometió a que ayer los inspectores de este departamento acompañarían a los chóferes en sus recorridos para comprobar si los horarios y frecuencias establecidos por las empresas se ajustan a la realidad. Sin embargo, los técnicos de la Administración autonómica se limitaron a comprobar si se cumplían los servicios mínimos establecidos.
«Nos sentimos engañados», comentó Miguel Pastor, miembro del comité de huelga, anunciado que «mañana (por hoy) no saldrá ningún autobús». «Están dejando tirados a los usuarios, como a los trabajadores», agregó Pastor en alusión a la aparente pasividad del Govern. Los trabajadores realizaron ayer varios servicios mínimos, aunque menos de los esperados por la empresa. Según ésta, ayer salieron cuatro de los cinco autobuses programados de Autocares Andratx. En cuanto a la flota de Catalina Marqués, salieron de las cocheras cinco de los nueve servicios previstos.
Mientras, los usuarios del transporte público en Andratx y Calvià siguen padeciendo los efectos de la huelga. Se calcula que ayer la movilización afectó a unos diez mil pasajeros. Muchos turistas se han quejado de la falta de información en los hoteles y los residentes que utilizan el bus para acudir a su trabajo critican que no se pueden permitir pagar taxis cada día.