La avería se produjo ayer a primeras horas de la mañana en una bomba de impulsión ubicada sobre las rocas, a un centenar de metros de la playa. Las aguas fecales que salían del tubo estropeado provocaron una fuga que inundó la pequeña caseta en la que está situada la bomba de impulsión hasta que rebosaron y cayeron sobre las rocas, fluyendo posteriormente hacia el mar. Las corrientes marinas llevaban las aguas residuales hacia la playa, motivo por el que se optó de inmediato por precintar la zona de baño. El cierre cautelar de la playa no afectó a quienes sólo pretendían tomar el sol, pues la zona de arena siguió abierta con total normalidad.
El personal de la empresa municipal de servicios Calvià 2000 acudió a reparar la avería enseguida que fue avisada del percance. La zona afectada por el vertido fue tratada con productos químicos y la bomba también fue arreglada. Sobre las 13.30 horas la avería ya había sido subsanada. Durante la tarde de ayer se tomaron distintas muestras de agua para analizar la calidad de la misma y determinar el momento en que las condiciones fueran las óptimas para volver a permitir el baño.