Una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia da a la razón al Consell de Mallorca y considera que la finca Son Galceran, propiedad de Manuel March Cencillo, formó parte de las propiedades del archiduque Luis Salvador de Austria y, por lo tanto, está afectada por la declaración de Bien de Interés Cultural como Lloc històric. El fallo, comunicado ayer a las partes, se produce por la demanda presentada por Manuel March Cencillo contra el Consell por la decisión adoptada en octubre de 1997 de incluir Son Galceran entre las fincas que estaban afectadas por la declaración de BIC. Los recurrentes cuestionaban que se efectuase la máxima protección por el simple hecho de que había pasado «por las manos de un aristócrata extranjero».
La Universitat, que emitió un informe favorable a la declaración de BIC de todas las fincas que pertenecieron a Luis Salvador, se desdijo en otro estudio y precisó que en Son Galceran «no constaba la intervención arquitectónica del Arxiduc». Los jueces entienden que la declaración de BIC de las fincas del Arxiduc no sólo se basa en el informe de los técnicos de la Comisión de Patrimonio sino que, además, tiene el apoyo del informe preceptivo de la Universidad, que se pronuncia igual.