El grupo del PSM calificó de «grave error» la decisión adoptada por el equipo de gobierno de situar a una persona de confianza como director de la residencia Miquel Mir, en lugar de un técnico especializado. El batle, Pere Rotger, argumentó: «Al encontrarnos en un proceso de transición en el modo de gestión del centro prefiero tener una persona de fiar en el cargo». Desde el PSOE se criticó la falta de trasparencia en la gestión de este centro por dar a dedo ciertos puestos de trabajo que quedan vacantes. Rotger dio a conocer que hay dos estudios hechos sobre cómo dirigir la residencia, uno del CIM y otro de una empresa privada, ya que el próximo mes de junio las religiosas abandonan el centro. El segundo informe motivo que Antoni Alorda, portavoz del PSM, preguntara si se está barajando privatizar la residencia Miquel Mir. El batle aseguró que esa no era su intención. Una de las críticas más duras desde la oposición fue que, a pesar del aumento del precio de la estancia de la residencia, no se ha ganado en calidad de servicios pero sí en molestias por la duración excesiva de las obras.
Por otra parte, el pleno aprobó solicitar préstamos por valor de 725 millones que se tendrán que abonar en un plazo de 10 años. Estos préstamos servirán para financiar las principales inversiones municipales para este año.
Los grupos de la oposición creen el PP hipotecará el futuro de las arcas municipales al no haber consensuado el presupuesto y no tener en cuenta quién puede gobernar en un futuro próximo.