El batle solleric se mostró ayer flexible a medias en el conflicto planteado por la aprobación de una ordenanza fiscal municipal que obliga a pagar una tasa por utilizar el aparcamiento de la calle Lepanto del Port de Sóller. Joan Arbona dijo ayer a Ultima Hora que está dispuesto a «escuchar todas las propuestas de las empresas del sector del transporte y de las agencias de viajes», pero agregó que «no es negociable la retirada de la normativa».
El presidente de la Corporación mantiene que «si el Ajuntament da un servicio éste debe ser pagado». «Yo no puedo cargar a los sollerics con una tasa que no es suya, pues el 99% de la gente del Port no recibe ningún beneficio de estos autocares que sólo llegan al Port para cargar o descargar turistas de las barcas», manifestó Arbona. «Mi postura no es la de armar polémica ni alarmas sociales, ni hacer demagogia; sólo pretendo dar un servicio sin gravar las arcas municipales», agregó.
La ordenanza aprobada en un pleno celebrado el mes pasado sigue en periodo de exposición pública. Hasta ahora, ningún particular ni ninguna asociación empresarial o partido político ha presentado alegaciones en contra. La tasa comenzará a ser pagada cuando la ordenanza fiscal sea aprobada definitivamente.