Representantes del Ajuntament y de GESA se reunieron ayer para acercar posiciones sobre la denuncia interpuesta por la compañía ante el Consell de Mallorca (CIM) por recalificar sus terrenos de la antigua central como de equipamiento sociocultural y zona verde.
El batle Miquel Ferrer aseguró que «se han acercado posiciones pero faltan por atar ciertos puntos». El Ajuntament ha pedido a la empresa eléctrica un proyecto sobre el terreno que necesita, siempre y cuando haya espacio para una zona verde y si llega el caso para la estación del tren.
El presidente de GESA, Bartomeu Reus, ha indicado que «la resolución del CIM da un margen de tres años para realizar un plan sobre la zona de la estación eléctrica antigua y ya hemos acordado una serie de encuentros para acercar opiniones».
GESA insiste en que necesita un lugar para uso industrial si se le quita terrenos. La compañía explica en el recurso interpuesto ante el CIM que el cambio de lugar supondría una inversión cercana a los 1.000 millones de pesetas.
Tanto GESA como el Consistorio alcudienc acordaron trabajar por
separado para avanzar en las opciones a tomar sobre la
cuestión.
Mientras, desde el Ajuntament se sigue haciendo hincapié en la
necesidad que se tiene de equipamientos. Además Miquel Ferrer
manifestó que «ya que toda la Isla se beneficia de la electricidad
producida en el municipio, Alcúdia debería tener unas
contraprestaciones por las molestias que sufre».