Una representación de la Cooperativa Invaer, promotora de la urbanización de Sant Marçal, se ha entrevistado con el alcalde de Marratxí, Miquel Bestard, y una comisión técnica municipal para intentar desatacar la situación actual, por la que el Consistorio no concede desde hace unos meses ni certificados de fin de obra ni nuevas licencias. Esta circunstancia motivó que el pasado día 29 los vecinos de esta urbanización cortaran el tránsito e irrumpieran en el salón de plenos como medida de presión. Tras la reunión, parece que hay un principio de acuerdo.
El alcalde explicó que en la reunión se trataron cuestiones de orden técnico. Los técnicos recapitularon la situación y plantearon que antes de dar licencias se deben solucionar varios problemas técnicos, no políticos, y que cuando éstos estén cumplimentados la urbanización recibirá todos los vistos buenos pendientes.
Según Bestard, tanto los propietarios como los técnicos están conformes y dijo no estar de acuerdo con la movilización vecinal de hace doce días. El batle achacó ese comportamiento a una supuesta falta de información.
Por su parte, Manuel Fernández, uno de los vecinos asistentes a la reunión en representación de los vecinos, comentó a este periódico que al parecer los políticos se han tomado en serio sus quejas y reivindicaciones y parece ser que hay voluntad de solucionar los problemas y que el Ajuntament mantiene que no hay ningún tipo de discriminación y que sólo se trata de problemas técnicos.
Según Fernández, no se puede ir en contra de una urbanización que ya está aprobada y en la que viven 25 familias en condiciones precarias porque al no tener final de obra tampoco pueden conectarse a la red pública de gas y alumbrado, con el agravante de que a finales de este mes otras 25 familias ocuparán sus nuevas casas.