La avalancha de solicitudes de licencias urbanísticas que está llegando estos días al Ajuntament de Santa Margalida ha disparado la alarma entre los vecinos de la urbanización de Son Bauló.
Desde el pasado mes de diciembre y durante las tres primeras semanas de enero han entrado en el Consistorio 175 peticiones de obra, según confirmaba ayer el responsable de Urbanismo, Félix Estelrich. Ya en los tres meses anteriores se registraron 164 peticiones.
Para parar la avalancha, Estelrich comunicó el pasado sábado a los vecinos de la urbanización que pensaba regular la densidad del suelo y dejar construir una sola vivienda por cada 250 metros cuadrados. La normativa urbanística de 1986 establecía hasta ahora la parcela mínima en 400 metros cuadrados pero no regulaba la densidad de la misma, de modo que se podía construir en ese espacio un número ilimitado de apartamentos.
El portavoz municipal del PSOE, Miquel Cifre, recuerda que después de dos suspensiones cautelares de obras se ha de esperar cinco años para poder hacer otra por lo que los particulares, acogiéndose a esta norma, podrán impugnar.
Miquel Cifre responsabiliza al actual equipo de gobierno de la avalancha de licencias y le acusa de mostrar una «desidia absoluta» en relación a este tema.