«Inca quedará al borde del endeudamiento permitido legalmente si se cumplen todas las previsiones del presupuesto aprobado para el 2000». Así lo denunciaron los grupos municipales de la oposición PSOE, PSM e Independents d'Inca, quienes aseguran que para «hacer frente al endeudamiento no quedará otra opción que subir los impuestos».
Los presupuestos aprobados prevén unas inversiones de 1.400 millones de pesetas y un endeudamiento de 826 millones. Esta cifra, unida al endeudamiento municipal existente de 695 millones, suman un total de 1.520 millones. Según la oposición, la cantidad permitida legalmente para un presupuesto como el del Ajuntament d'Inca es de 1.550 millones.
La portavoz del PSOE de Inca, Francina Armengol, manifestó: «No queremos participar de un endeudamiento abusivo, fuera de medida y poco programado».
El concejal del PSM Antoni Alorda comenzó su intervención señalando que «unos presupuestos de esta envergadura condicionarán no sólo esta legislatura sino las próximas, por lo que, al menos, se imponía una reflexión sobre las inversiones con todos los partidos políticos».
El PP, que consiguió la mayoría absoluta en las pasadas elecciones municipales, ha querido resarcirse de los impedimentos que la oposición mayoritaria le puso para realizar inversiones en la pasada legislatura. El PP ha presentado los presupuestos más altos de la historia y según el concejal de Hacienda, Mateu Dupuy, «también los más solidarios». Para el PP, todas las dudas de la oposición son inexplicables. El alcalde, Pere Rotger, aseguró que «el endeudamiento puede rebajarse casi en su totalidad antes de que acabe la legislatura».