Todo el Consistorio de Pollença se ha manifestado a favor de parar la urbanización de Cala Carbó. En la última sesión plenaria, celebrada el jueves por la noche, el PP solicitó al equipo de gobierno una reunión urgente de todos los grupos municipales para estudiar qué pasa y qué se puede hacer con Cala Carbó, en la Cala se Sant Vicenç, para impedir la construcción de medio centenar de chalets.
Después del pleno, la alcaldesa de Pollença, Francisca Ramon, anunció que presentaría una propuesta al Govern y al Consell de Mallorca pidiendo ayuda para proteger Cala Carbó y de esta forma evitar su urbanización. Ramon quiere que las dos instituciones supramunicipales se impliquen en la protección de la emblemática montaña, igual que ya ha sucedido con es Canons de Artà.
El delegado de Urbanismo, el socialista Pere Capó, quiso recordar al PP que este partido también votó a favor de la revisión del Plan General que convirtió en suelo urbano este área de Cala Carbó en que los promotores quieren edificar. Capó dijo que «la solución pasa por modificar el Plan General y pagar al promotor, siempre que el pueblo esté dispuesto a pagar mil millones de pesetas para proteger Cala Carbó».
El anuncio de edificar la montaña de Cala Carbó ha levantado una dura polémica en Pollença, incluso entre los mismos partidos integrados en el pacto de gobierno municipal. Alguno de ellos comentaba en voz baja a la salida del pleno que toda la movida de Cala Carbó parece ser una estrategia del PSOE para indemnizar al promotor.