Varios departamentos del Govern han comenzado a trabajar en el conflicto planteado a raíz del anuncio de huelga de los trabajadores de la central eléctrica de es Murterar para los próximos días 31 de diciembre y 1 de enero. El comité de empresa de este centro de producción de energía considera peligrosos los recortes de personal propuestos por GESA, exigen mayores medidas de seguridad y denuncian que las negociaciones mantenidas «han sido infructuosas».
Técnicos de la Direcció General d'Indústria ya han comenzado a estudiar este caso para fijar los servicios mínimos que garanticen el suministro en unas fechas tan señaladas como Nochevieja y Año Nuevo. «Por encima de todo, los ciudadanos tienen derecho a tener suministro eléctrico y este servicio debe quedar garantizado», manifestó la directora general d'Indústria, Francisca Vives. «Bajo ningún concepto podemos quedar a oscuras», agregó, incidiendo en que además existe el peligro de cualquier anomalía derivada del efecto 2000.
Por lo que ha podido saber este periódico, las consellerias de Treball y de Innovació i Energia también han comenzado a trabajar en el sentido de intentar alcanzar un acuerdo entre la plantilla de trabajadores y la empresa. Fuentes de GESA aseguraron el viernes que la empresa está abierta a la negociación y que en todo caso los servicios mínimos en todos los turnos deben ser fijados por el Govern.